Love is in the air

Mis nuevos auriculares me traen notas hechas a base de terciopelo y neón,

y entonces tras la nube el sol se me antoja radiante,

y destellante,

como esa gran bola de espejos que siempre me hace estremecer el bigote.

“Cachondo todo se ve tras la lente caleidoscópica”

pienso yo

mientras entrecierro mis ojos y asiento con la cabeza,

y camino

Todo va bien:

Inhalo

y exhalo

y desfilan feromonas junto al polen que acarrea la brisa,

partículas púrpuras y fucsias invaden mi torrente sanguíneo,

turquesa y cian en el éter,

y el resto de los colores vibrando lumínicamente en la piel del pulpo camaleónico

que arremolina colérico sus brazos intentando descuajeringar a las huérfanas nubes

que han quedado rezagadas luego de la gran tormenta.

El amor está en el aire,

es cierto,

pero hace frío

y la gente está de mal humor porque hoy es lunes,

y porque al parecer la felicidad se muestra siempre distante e indiferente,

distante, e indiferente,

como el molusco cefalópodo sicodélico aquél

que desde lo alto sigue batallando incansable contra lo etéreo, lo inaprensible,

y como yo,

que no me importa nada de nada

porque ya tengo mis nuevos auriculares, que son todo lo que necesito para ser feliz,
y que además me salieron re baratos.