lunes, 14 de marzo de 2011

Terremotos y tsunamis en otro país

Sentado en el cordón de la vereda de la plaza doctor Enamorado,
mi amigo Diego incinera hormigas por diversión con la brasa de su cigarro
mientras me cuenta anécdotas de sus vacaciones con los gurises en Valizas;
yo lo escucho con atención y sonrío,
me abrazo a mis rodillas y me imagino el mar y el sol y la playa,
y me río mientras miro hipnotizado el trágico espectáculo,
sin conseguir pestañear,
sin conseguir conmoverme
ante el crujido de los cuerpos calcinados,
ante toda aquella frenética agonía inaudible.


6 comentarios:

  1. Sr.Gonzalez: Tal vez como el aleteo de una mariposa puede generar un tsunami al otro lado del mundo, el grito de una hormiga tenga consecuencias similares.
    Yo no quiero generarle culpas ni dudas a su honorable amigo (dudo que lo logre de cualquier manera) pero yo que usted, trataría con cuidado a las hormigas que me cruce en la calle y los azucareros, vio, por las dudas nomas.


    Reverencia cordial, y 3/4 de abrazo afectuoso. Ningún gong.

    Atte.Srta.Wu

    Pd:"frenética agonía inaudible" es a mi gusto fonético-poético un rotundo clap clap clap.

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  2. Gracias sta Kitty, siempre viene bien que nos recuerden eso para cuando nos sentimos como pequeños insectos.

    Me guardo la reverencia y el gong para otro momento y en cambio le mando un abrazo muy afectuoso y sin fraccionar

    :)

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  3. me encanta el nuevo look del blog, más telepático que nunca.

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  4. Gracias!
    Que lindo retrato el de tu perfil
    ¿Es un autorretrato?

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  5. gracias! lo hizo matilde, una compañera de generación que hace muñequitos de tela, no sé si la conocés... quedé igualita :D

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