Si me miras a los ojos,
amor mío,
yo no creo ser capaz de contenerme.
Si me miras a los ojos,
oh amor mío,
yo te juro que por dentro siento
como si estallaran cientos de cráneos de punkis sarnosos
que embisten rabiosos entre sí.
Y si me miras a los ojos
yo también te juro,
oh amor mío,
que por dentro siento a mi cerebro
refregarse contra el peluche fucsia del amor.
Es bien sabido que el amor tiene forma de conejito de peluche fucsia y que cuando uno se lo frota directamente contra el cerebro se produce una reacción química que desprende una especie droga que aletarga y estupidiza y que hace que uno tenga la sensación de estar sumergido en una nebulosa de color y consistencia similar algodón de azúcar.
ResponderEliminarYa me contarás qué tal esas lecturas.
ResponderEliminarPoemazo, por cierto.
que gran poema!
ResponderEliminarparece que el mameluco está in love...
¡Pero qué tontuela! Ya lograste ruborizarme todo
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